Laceración en el hígado: Cómo cuidar a su hijo

(Liver Laceration: How to Care for Your Child)

Asegúrese de que su hijo siga cuidadosamente las pautas sobre actividad del equipo de atención médica para ayudarlo a controlar el dolor y a prevenir nuevas lesiones en el hígado.

El hígado es un órgano ubicado en el abdomen, que ayuda a eliminar productos de desecho de la sangre. Cuando su hijo sufrió un trauma contundente (un golpe en el abdomen), se "laceró" el hígado. Esto significa que parte del tejido del hígado se desprendió. Además, según la gravedad de la lesión, es probable que el hígado tenga hematomas. Los estudios demuestran que los niños que sufren una lesión no cortante en el hígado pueden ser tratados con éxito sin necesidad de una cirugía.

Las laceraciones del hígado se clasifican en una escala de 1 a 6, donde 1 es el grado más leve y 6, el más grave. Tal vez, su hijo tenga una lesión superficial o un desgarro más profundo del hígado, que necesita de mucho tiempo y descanso para curarse.

Durante la estadía en el hospital, su hijo fue cuidadosamente monitoreado por el equipo de atención médica y recibió el tratamiento necesario. Ahora, su hijo puede ser atendido en la casa de forma segura.

El tratamiento habitual para una laceración del hígado es el descanso y la limitación de la actividad física. La cantidad de tiempo durante el cual el niño debe restringir la actividad después de ser dado de alta depende de la gravedad de la lesión. Si sigue cuidadosamente las instrucciones del profesional del cuidado de la salud, puede esperar la curación completa del hígado de su hijo.

• Pregúntele al profesional del cuidado de la salud acerca de las restricciones de la actividad, que dependen del grado de la laceración del hígado.

• Siga las instrucciones del profesional del cuidado de la salud de su hijo para prevenir una nueva lesión en el hígado.

• Su hijo no debe participar en deportes, prácticas de gimnasia o actividades físicas hasta que el profesional del cuidado de la salud le dé permiso para reanudar sus actividades normales.

• Dele a su hijo acetaminophen para el dolor, según las instrucciones.

• Efectúe un seguimiento con el profesional del cuidado de la salud de su hijo, según las instrucciones.

• El dolor se vuelve intenso o no desaparece con los analgésicos.

• El abdomen de su hijo se hincha o parece estar agrandado.

• Su hijo comienza a vomitar.

• Su hijo tiene fiebre alta.

Su hijo:

• Se vuelve a lesionar el abdomen.

• Está pálido y somnoliento.

• Presenta mareos o desvanecimiento.

• Tiene una decoloración amarillenta en la piel o en la parte blanca de los ojos.

• Vomita sangre o tiene sangre en la orina (pis) o las heces (caca).

• Parece estar deshidratado; los síntomas de deshidratación incluyen somnolencia, boca seca o pegajosa, producción de menos orina o de orina más oscura que lo normal.