Establecer límites para un hijo con una enfermedad crónica
(Setting Limits for Your Child With a Chronic Illness)
Los niños con una enfermedad crónica pueden necesitar más tiempo y más atenciones que otros niños. Pero, al igual que con los niños que no están afrontando una enfermedad, los padres necesitan informarles qué comportamiento esperan de ellos. A esto se le llama "establecer límites". A los padres les puede preocupar que eso añada más estrés a su hijo. Pero, cuando establecemos límites con amabilidad y respeto, estamos demostrando a nuestros hijos que los queremos y que los cuidamos. Siga estos consejos para ayudar a su hijo a aprender qué comportamientos son adecuados y cuáles no lo son.


Con niños de cualquier edad:
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Trate de ajustarse a las mismas rutinas diarias y semanales siempre que sea posible. Las rutinas ayudan a los niños a saber qué esperar.
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Deje claro cuáles son las normas de la casa y qué pasará si se las saltan.
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Use las mismas normas para todos sus hijos, cuando sea posible.
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Asegúrese de reconocer el buen comportamiento de su hijo. Le puede decir: "Me ha gustado mucho que hayas dejado que tu hermano juegue un rato con tu juguete".
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Enséñele a su hijo que los actos tienen sus consecuencias (resultados). He aquí algunos ejemplos:
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Si rompes un juguete, dejará de funcionar para siempre.
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Si no devuelves algo que te han prestado, no podrás volver a pedirlo prestado la próxima vez.
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Sea un ejemplo del comportamiento que quiere ver en su hijo. Por ejemplo, es más probable que un niño guarde sus juguetes si observa que su padre deja las cosas en su sitio.
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No abofetee, pegue ni golpee a su hijo.
Con niños de 1 a 3 años de edad:
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Si su hijo se porta mal, dígale con calma: "No". Después, retire a su hijo del área donde se encontraba o distráigalo con otra actividad.
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La pausa obligada (o tiempo fuera) puede ayudar si su hijo sigue portándose mal, pega o muerde. Para aplicar esta técnica:
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Dígale en pocas palabras por qué su comportamiento no está bien.
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Lleve a su hijo al lugar especial de "la pausa obligada", como una silla de la cocina segura para un niño de esta edad.
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Haga que su hijo se siente allí hasta que se haya calmado y esté tranquilo. Es posible que esto solo dure 20 segundos, pero no debería durar más de unos pocos minutos.
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Cuando concluya la pausa obligada, deje que su hijo prosiga con lo que estaba haciendo sin mostrase enfadado.
Con niños de la escuela intermedia (entre 11 y 14 años)
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Siga siendo claro con las normas, que también deben incluir el uso de los medios sociales.
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Use consecuencias que sean apropiadas para esta edad. Por ejemplo:
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Si su hijo no recoge su bicicleta después de usarla, no la podrá conducir el próximo día.
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Si su hijo se dedica a ver vídeos o a usar el teléfono cuando se supone que debería estar haciendo los deberes, retírele el teléfono o el acceso al vídeo hasta el próximo día.
Con adolescentes:
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Establezca normas claras sobre el uso de los medios sociales, el uso del coche, las citas y la hora límite para volver a casa por la noche o "toque de queda".
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Aumente la responsabilidad y el control de su hijo a medida que vaya madurando. Por ejemplo, puede dejar que su hijo tome decisiones sobre su corte de pelo y su ropa.
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Conceda a su hijo más privilegios cuando muestre una mayor independencia y responsabilidad.
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Si su hijo se salta una norma, dígale por qué es importante esa norma y, si es necesario, retírele un privilegio (como usar el coche o el teléfono celular).
