Fractura del escafoides: Cómo cuidar a su hijo
(Scaphoid Fracture: How to Care for Your Child)
Las fracturas del escafoides se suelen curar bien con una escayola o una férula. La escayola o la férula ayudan a mantener las partes del hueso en su lugar.


El escafoides es un hueso pequeño de la muñeca. Los niños pueden quebrarse el escafoides cuando colocan las manos para detener una caída. Los profesionales del cuidado de la salud son muy cuidadosos con el escafoides porque, a veces, su curación presenta problemas.
Cuando un niño tiene dolor en la muñeca después de una caída, los profesionales del cuidado de la salud utilizan una radiografía para buscar una fractura. En algunos casos, debido a la forma del hueso, resulta difícil ver la fractura del escafoides en una radiografía común y es necesario visitar a un ortopedista (especialista en huesos) o hacer un estudio especial.
El profesional del cuidado de la salud examinó cuidadosamente a su hijo. La radiografía de su hijo mostró una fractura del escafoides o su hijo tiene dolor cerca del hueso escafoides; por eso, el profesional del cuidado de la salud cree que es posible que haya una fractura.
Los profesionales del cuidado de la salud tratan las fracturas del escafoides con una escayola o una férula. La férula es similar a una escayola y sostiene la mano, pero tiene una parte blanda para permitir que la zona se hinche.
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Si se utiliza una férula, se la cambiará por una escayola en unos días.
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Si hoy se le colocó una escayola, tendrá que tenerlo durante 1 a 5 meses.
Algunas fracturas no se curan bien por sí solas y es posible que sea necesario realizar una cirugía para unir las partes rotas del hueso. Sin embargo, esto es poco común.

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Deje la férula o la escayola colocada hasta que la quite el profesional del cuidado de la salud.
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Su hijo puede tomar analgésicos según las indicaciones del profesional del cuidado de la salud.
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Si hay inflamación y dolor durante las primeras 24 a 48 horas después de la lesión:
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Utilice cojines para elevar la muñeca por encima de la altura del corazón de su hijo.
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Aplique compresas frías envueltas en una toalla sobre la escayola o la férula durante 20 a 30 minutos, cada 3 o 4 horas.
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No moje la escayola o la férula. Su hijo debe bañarse en lugar de ducharse. Durante el baño, cubra la escayola o la férula con plástico, según las indicaciones, y manténgalo totalmente afuera del agua.
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No coloque nada (objetos, los dedos, lociones o polvos) dentro de la férula o de la escayola.
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Para la comezón, utilice un secador de cabello para soplar aire frío alrededor de los bordes de la escayola o la férula.
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Aliente a su hijo a mover los dedos de la mano para que la sangre continúe circulando normalmente.

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Efectúe un seguimiento con un ortopedista según se lo recomienden.
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Siga las instrucciones del profesional del cuidado de la salud sobre el momento en que el niño puede retomar los deportes y otras actividades.

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Su hijo presenta fiebre sin causa aparente.
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El dolor que siente su hijo no se alivia con los analgésicos o es más fuerte.
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Hay ampollas, erupciones cutáneas o manchas de carne viva en la piel que rodea la férula o la escayola.
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Sale un olor desagradable o supuración de la férula o la escayola.

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Su hijo tiene hormigueo en los dedos, o se le adormecen o se vuelven azules o pálidos.
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La férula o la escayola se siente demasiado ajustado.
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La férula o la escayola se moja, se quiebra, se rompe o se desprende.

Una vez que retire la escayola o la férula, es probable que el profesional del cuidado de la salud recomiende terapia física para ayudar a fortalecer la muñeca y reducir la rigidez. Además, es posible que su hijo deba usar una muñequera para hacer deportes, con el fin de proteger la muñeca durante unos meses.