Después de un prolapso rectal: Cómo cuidar a su hijo
(After Rectal Prolapse: How to Care for Your Child)
Un prolapso rectal ocurre cuando el revestimiento del recto sale fuera del ano. El prolapso rectal puede suceder más de una vez, pero la mayoría de los niños logran buenos resultados con el tratamiento y dejan de tener episodios de este tipo a medida que van creciendo.


A veces, el prolapso rectal ocurre después de que el niño va de cuerpo o se esfuerza por hacerlo. Sale del ano una protuberancia de tejido rosado. Habitualmente regresa al cuerpo por sí sola.
El prolapso rectal puede suceder en bebés y niños pequeños con estreñimiento y necesidad frecuente de esforzarse para mover el vientre, pero también puede deberse a la diarrea, a algunas infecciones, a debilidad muscular en el ano y la zona que lo rodea, y otros problemas médicos.
El prolapso rectal de su hijo ya está mejor. Si no volvió dentro del cuerpo ni mejoró por sí solo, tal vez el profesional del cuidado de la salud haya tenido que empujarlo suavemente hacia el interior con guantes puestos. Si resultó necesario, el profesional del cuidado de la salud puede haberle dado medicamentos al niño para que estuviese cómodo o adormecido mientras empujaba el prolapso. Es posible que se le haya colocado un vendaje sobre el ano para que el tejido rectal se quede en su lugar. También el profesional del cuidado de la salud puede haber hecho algunas pruebas para descubrir la causa del prolapso.
Para evitar un nuevo prolapso rectal, el profesional del cuidado de la salud tratará la causa. Por ejemplo, si su hijo tiene estreñimiento, el profesional del cuidado de la salud podría recomendarle una dieta rica en fibras, mucha agua y ejercicio regular, o tal vez un ablandador de heces. El profesional del cuidado de la salud también puede recomendar una posición diferente al sentarse en el inodoro para que el niño se esfuerce menos.
Si el prolapso rectal continúa apareciendo, los padres y los niños más grandes pueden aprender cómo empujarlo hacia el interior del cuerpo en su casa. Si el prolapso continúa apareciendo con el tratamiento, es doloroso o provoca complicaciones, tal vez sea necesario recurrir a la cirugía.

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Dé a su hijo los medicamentos o los suplementos de fibra que le hayan recetado según las indicaciones del profesional del cuidado de la salud.
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Aliente los buenos hábitos para ir al baño. Su hijo debe hacer lo siguiente:
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Evitar esforzarse demasiado al ir de cuerpo.
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Evitar sentarse en el inodoro durante más de un minuto o dos. En cambio, el niño debe levantarse del inodoro e intentar mover el intestino más tarde cuando tenga más ganas.
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Ir inmediatamente al baño cuando sienta ganas de mover el vientre.
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No le dé laxantes a su hijo, a menos que el profesional del cuidado de la salud se lo permita.
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Si el niño tiene un vendaje, quíteselo según se lo indiquen.
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Compruebe si hay prolapso después de que el niño va de cuerpo o se esfuerza por hacerlo.
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Si su hijo tiene otro prolapso y el profesional del cuidado de la salud le ha enseñado cómo, siga las instrucciones para volver el prolapso a su lugar con suavidad.
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Asegúrese de que su hijo beba suficiente agua todos los días y siga las instrucciones del profesional del cuidado de la salud en cuanto a la dieta.


Su hijo:
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Tiene dolor de barriga o vómitos.
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Tiene dolor en el ano.
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Deja sangre en el papel higiénico o en el agua del inodoro durante más de 2 días.
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Ya había dejado los pañales pero se le empieza a "escapar" la caca.
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Tiene otro prolapso rectal.

Su hijo presenta: